Tomado de Jimenes. M.et all. 2003

miércoles, 6 de junio de 2007

ESPECIES DE ANFIBIOS AMENAZADOS EN COLOMBIA

Según el libro rojo de anfibios, las especies se subdividen en:

Especies en peligro crítico (CR):

· Atelopus merinkellei
· Atelopus farci
· Atelopus lozanoi
· Atelopus muisca
· Atopophrynus syntomopus
· Bolitoglossa capitana
· Colostathus ranoides
· Colostethus ruizi
· Cryptobatrachus nicefori
· Dendrobates lehmanni
· Eleutherodactylus phragmipleuron
· Hyla phantasmagoria
· Phyllobates terribilis

Especies en peligro (EN):

· Atelopus eusebianus
· Atelopus minutulus
· Atelopus pedimsrmoratus
· Atelopus sernai
· Atelopus subornatus
· Bolitoglossa pandi
· Colostethus edwardsi
· Dendrobates viridis
· Eutherodactylus acutirostris
· Eutherodactylus bernali
· Eutherodactylus jogevelosai
· Eutherodactylus lichenoides
· Eutherodactylus maculosus
· Eutherodactylus mnionaetes
· Eutherodactylus repens
· Eutherodactylus ruizi
· Eutherodactylus scoloblepharus
· Eutherodactylus spilogaster
· Eutherodactylus torrenticola
· Eutherodactylus tribulosus
· Eutherodactylus veletis
· Gastrotheca espeletia
· Gastrotheca ruizi
· Phrynopus adenobrachius
· Rhamphophryne rostrata
· Ramphophryne true bae

Especies vulnerables (UV):

· Bolitoglossa lozanoi
· Dendrobates bombetes
· Dendrobates occultator
· Eleutherodactylus actinolaimus
· Eleutherodactylus carranguerorum
· Eleutherodactylus fallax
· Eleutherodactylus actinolaimus
· Eleutherodactylus carranguerorum
· Eleutherodactylus fetosus
· Eleutherodactylus ingerí
· Eleutherodactylus necopinus
· Eleutherodactylus renjiforum
· Eleutherodactylus suetus
· Epipedobates ingerí
· Hemiprhactus johnsoni
· Osornophryne percrassa
· Rhamphophryne macrorhina
El nombre de las espcies debe ser escrito con sangria o subrayado.
Bibliografía:
  • RUEDA-ALMONACID,J.V.,D.LYNCH & A. AMEZQUITA (Eds.),2004. libro rojo de anfibios de Colombia. Serie Libro Rojo de Especies amenazadas de Colombia. Conservación Internacional de Colombia, Instituto de Ciencias Naturales-Universidad Nacional de Colombia, Ministerio de Educación y Medio Ambiente. Bogotá, Colombia.

ÁREAS PRIORITARIAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS ANFIBIOS

Como el esfuerzo para proteger los anfibios amenazados desborda ampliamente la capacidad económica para conservarlo, es necesario seleccionar áreas prioritarias que se distingan para poseer concentraciones excepcionales con especies únicas y en inminente riesgo de extinción, a fin de aglutinar en estos lugares acciones indispensables para garantizar la perpetuación de las mismas. Es necesario enfatizar el valor de las especies endémicas y de la biota que posea distribuciones restringidas, como indicadores biológicos de ecosistemas o hábitats que requieran urgentes medidas de protección, dado que estos anfibios endémicos son más propensos a la extinción por efecto de la destrucción de sus hábitats.

Eco-regiones críticas para la conservación de las especies de anfibios únicas se localizan a lo largo de las laderas de las cordilleras andinas, entre los 1000 y 2000 msnm principalmente, y corresponden a los bosques de niebla que albergan alrededor del 80% de las 345 especies de ranas endémicas para Colombia. Como existe una correlación positiva entre la diversidad de anfibios y la precipitación, no estacional, los bosque nublados del nor-occidente de la cordillera occidental, de la Serranía de San Lucas y del Darién, los bosques del pie de monte de la cordillera oriental en los departamentos de Putumayo y la Cordillera Oriental, deberían recibir la mayor prioridad para establecer su potencial en la conservación de la biodiversidad anfibia.

Por su carácter insular, único y por su reducida representatividad, la biota de los páramos es altamente sensible a la modificación del hábitat, ya que sus pequeños arales de distribución, su poca resistencia frente a la invasión de especies exóticas, los parásitos y las bajas tasas de inmigración reducen las posibilidades de recolonización (LAURANCE et all. 1997); La fragmentación de los bosques altoandinos es un fenómeno para el cual las especies de anfibios altimontanos no se encuentran adaptadas y afecta a demás la estructura genética de las poblaciones.
Bibliografía:
  • RUEDA-ALMONACID,J.,J.D. LYNCH & AMEZQUITA (Edis.). 2004. Libro rojo de anfibios de Colombia. serie Libros Rojos de Especies Amenazadas de Colombia Conservación Internacional Colombia, Instituto de Ciencias Naturales-Universidad Nacional de Colombia, Ministerio del Medio Ambiente. Bogotá, Colombia. 384 pp.

DECLINE EN LAS POBALCIONES DE ANFIBIOS

Documento proporcionado por Cristian Harrison Horjuela (estudiante de IX semestres de Lic. en biología y edu. ambiental. Uni. Quindío.)
Durante el Primer Congreso Mundial de Herpetología realizado en Canterbury Inglaterra en 1989, científicos de todo el mundo llegaron a una importante conclusión “poblaciones de Anfibios de todo el mundo parecían estar desapareciendo”. Este hecho generó una preocupación mundial en toda la comunidad científica por conservar la diversidad de anfibios (Angulo 2002; Blaustein, et al. 1994; Pechmann, et al., 1991; Stuart et al. 2006; Wake, 1991), especialmente en las zonas tropicales donde estos organismos son más diversos (Rueda-Almonacid, et al. 2004; Stuart, et al. 2006).

La crisis actual de extinción que enfrentan los anfibios no presenta un referente histórico, ya que el 32% de las 5743 especies reconocidas a nivel mundial se encuentran en alguna estado de vulnerabilidad (Rueda-Almonacid, et al. 2005; Stuart, et al. 2006). Sin embargo, se ha demostrado que estos procesos de extinción se deben a la destrucción y fragmentación de hábitats naturales, al cambio climático y la radiación ultravioleta, la sobreexplotación e introducción de especies foráneas y a la diseminación de patógenos especialmente del hongo quitridio Batrachochytrium dendrobatidis (Angulo 2002; Blaustein, et al. 1994; Rueda-Almonacid, 1999; Rueda-Almonacid, et al. 2004; Rueda-Almonacid, et al. 2005; Stuart, et al. 2006).

Por último es importante resaltar que los Anfibios son una importante fracción de organismos necesarios para el mantenimiento de los sistemas biológicos y debido a sus condiciones fisiológicas y requerimientos ecológicos, son muy sensibles a los cambios en los ecosistemas y altamente dependientes de las condiciones ambientales (Vargas & Castro, 1999; Rueda-Almonacid, et al. 2004).


Bibliografía

· Angulo, A. 2002. Anfibios y paradojas: Perspectivas sobre la diversidad y las poblaciones de Anfibios. Ecología Aplicada 1: 105-109.
· Blaustein, A. R., Wake, D. B. & Sousa W. A. 1994. Amphibian Declines: Judging stability, Persistende, and susceptibility of populations to local and global extinctions. Conservation Biology 8 (1): 60-71.
· Pechmann, J.H., Scout, D.E., Semlitsch, R.D., Caldwell, J.P., Vitt, L.J. & Gibbons, J.W. 1991. Declining amphibian populations: The problem of separating human impacts from natural fluctuations. Science. 53: 892-895.
· Rueda-Almonacid, J. V. 1999. Anfibios y reptiles amenazados de extinción en Colombia. Rev. Acad. Colomb. Cienc., 23 (suplemento especial): 475-498
· Rueda-Almonacid, J. V., Lynch, J. D., & Amezquita, A. (Eds.). 2004. Libro rojo de anfibios de Colombia. Serie Libros Rojos de Especies Amenazadas de Colombia. Conservación Internacional Colombia. Instituto de Ciencias Naturales-Universidad Nacional de Colombia, Ministerio del Medio Ambiente. Bogotá. Colombia.
· Rueda-Almonacid, J.V., Rodríguez-Mahecha, J.V., La Marca, E., Lotters, S., Kahn, T. Angulo, A. (Eds). 2005. Ranas Arlequines. Conservación Internacional. Serie Libretas de Campo Nº 5. Panamericana Formas e Impresiones S.A., Bogotá D.C. 158 pp.
· Stuart, S.N., Chanson, J.S., Cox, N.A., Young, B.E. 2006. El estado global de los Anfibios. Pp, 19-42. En: Angulo, A., Rueda-Almonacid, J.V., Rodríguez-Mahecha, J.V. & La Marca, E. (Eds). Técnicas de Inventario y Monitoreo para los Anfibios de la Región Tropical Andina. Conservación Internacional. Serie Manuales de Campo Nº 2. Panamericana Formas e Impresiones S.A., Bogotá D.C. 298 pp.
· Vargas, S. F., & Castro, H. F. 1999. Distribución y preferencia de microhábitat en Anuros (Amphibia) en bosque maduro y áreas perturbadas en Anchicayá, Pacífico Colombiano. Caldasia 21 (1): 95-109.
· Wake D. B. 1991. Declining amphibian populations. Science. 253: 860.

lunes, 4 de junio de 2007

CLASE AMPHIBIA

Tomado de: Jimenes, M et all. 2003
Los anfibios fueron los primeros animales vertebrados en adaptarse a una vida semiterrestre. Se estima que surgieron de los peces hace unos 360 millones de años. Con el transcurso del tiempo, de ellos se desarrollaron los reptiles que a la vez dieron lugar a los mamíferos y las aves. Aquellos anfibios desaparecieron y más tarde surgieron los anfibios que han logrado sobrevivir hasta el presente.

Se estima que unas 4300 especies diferentes de anfibio viven hoy en día. Todas estas especies se clasifican en tres grupos básicos:

· Cecilidos
· Salamandras
· Sapos y Ranas.

CECÍLIDOS, SALAMANDRAS, SAPOS Y RANAS


Tomado de Quinguango, A. at all. 2007

Los cecílidos son anfibios adaptados para vivir bajo tierra; tienen el cuerpo alargado, carecen de patas y sus ojos son pequeños y están cubiertos por piel. Únicamente salen a la superficie cuando el suelo esta saturado de agua, esto es durante fuertes lluvias o luego de ellas. Se alimentan de invertebrados como lombrices y babosas. A diferencia de los anuros (ranas y sapos), los cecílidos tienen una fertilización interna, para lo cual poseen un órgano copulador llamado falodeum.

Según Jimenes et all. Los cecílidos se estudian en el orden Gymnophiona y se clasifican en las siguientes familias

Cecílidos Acuáticos
Cecílidos Comunes
Cecílidos Hindúes
Cecílidos PecesCecílidos
PicudosCecílidos Tropicales
SALAMANDRAS
Las salamandras pertenecen al orden Caudata (del latín caudatus que significa "provisto de cola"). Como su nombre lo indica, tienen una cola bien desarrollada que les otorga una apariencia similar a la de una lagartija. Sin embargo, se diferencian de todo reptil por la ausencia de escamas y garras. En la mayoría de especies, las patas están bien desarrolladas aunque son cortas en comparación con la longitud del cuerpo.

Las larvas son acuáticas y tienen hendiduras branquiales y branquias externas. Los adultos terrestres respiran por medio de pulmones. Sin embargo, los miembros de la familia Plethodontidae carecen de pulmones y respiran por medio de la piel y las membranas mucosas que recubren la boca y la faringe.

Las salamandras terrestres se encuentran en hábitats húmedos, especialmente bosques. Hay especies completamente acuáticas que viven en arroyos, pozas y grandes lagunas y ríos. Su rango altitudinal va desde el nivel del mar hasta los 4500 m.

Las salamandras se estudian en el orden Caudata. En Donde se encuentran:

Cryptobranchidae (Salamandras Gigantes)
Hynobiidae (Salamandras Asiáticas)
Proteidae (Perritos de Agua)
Dicamptodontidae (Salamandras Norteamericanas)
Amphiumidae (Anfiumidas)
Salamandridae (Salamandras)
Ambystomatidae (Salamandras Topos)
Plethodontidae (Salamandras sin Pulmón)
Rhyacotritonidae (Salamandras Olímpicas)
Sirenidae (Sirenas)

SAPOS Y RANAS
La gran mayoría de ellos sufren una transformación durante su desarrollo. En su etapa juvenil son acuáticos, la forma de su cuerpo semejando a la de un pez y respirando por medio de branquias. Durante la transformación o metamorfosis las aletas se desarrollan en patas, la cola desaparece, y la respiración se vuelve pulmonar. Sufriendo aun más cambios internos no tan fáciles de apreciar a simple vista.Encontramos a las ranas y los sapos en prácticamente todo el mundo. Sólo se ausentan de las regiones árticas y los desiertos más áridos. Algunas especies viven la mayor parte de su vida adulta en el agua, mientras que otras son estrictamente terrestres.

A todos los miembros de este grupo se les llaman ranas, pero es común usar este nombre en aquellos que tienen la piel húmeda y lisa. Las ranas tienen un cuerpo delgado, son bien ágiles y excelente saltadoras. Los sapos tienen la piel seca y de aspecto áspero. También son de cuerpo ancho y no dan la apariencia de ser tan ágiles, aunque muchos de ellos sí pueden dar saltos.
Se estiman unas 3800 especies de ranas y sapos viviendo en el mundo hoy en día. De éstas, la más pequeña apenas logra los 10 mm de longitud, mientras que la más grande sobrepasa los 30 cm, llegando a pesar más de 3 kg.